Corazón Zen: El Sutra de la Perfección
El Sutra del Corazón es uno de los textos más importantes y queridos de la tradición budista Mahāyāna. Su título en sánscrito, Prajñāpāramitāhṛdaya, suele traducirse como «Corazón de la Perfección de la Sabiduría». Es parte de una colección más amplia conocida como Prajñāpāramitā, que incluye textos extensos de gran importancia en el estudio filosófico del budismo Mahāyāna.
En el budismo Zen, este breve sutra es particularmente venerado por su capacidad para expresar, de manera profunda y concisa, la esencia de la vacuidad (śūnyatā) y la interdependencia de todos los fenómenos. Revela con claridad cómo nirvāṇa y saṃsāra están íntimamente relacionados, siendo esencial su recitación tras las prácticas meditativas en monasterios Zen.
Históricamente, el Sutra del Corazón fue compuesto entre los siglos I y VI de nuestra era. Avalokiteśvara, el bodhisattva de la compasión infinita, es quien en este sutra expone directamente a Śāriputra —uno de los discípulos más destacados del Buda histórico— cómo ha alcanzado la iluminación a través de una profunda contemplación meditativa.
En sus versos, Avalokiteśvara explica cómo todos los fenómenos, incluidos los cinco skandhas (agregados: forma, sensación, percepción, formaciones mentales y conciencia) y los dieciocho dhātus (elementos sensoriales y objetos de percepción), carecen inherentemente de existencia independiente. De esta forma, enseña la sabiduría de la no-dualidad y cómo el entendimiento profundo de esta vacuidad libera de los ciclos del sufrimiento.
La importancia de este texto se evidencia en su uso habitual en ceremonias y prácticas cotidianas en múltiples tradiciones budistas asiáticas, desde Japón hasta Corea y China. Se considera no solo un texto filosófico y meditativo, sino también una poderosa herramienta espiritual.
El Sutra del Corazón culmina con su famoso mantra:
📿 OM GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA
Esta frase en sánscrito significa literalmente: «Om, ir más allá, ir más allá, ir completamente más allá, alcanzar el otro lado, la iluminación. ¡Que así sea!» Es considerado un mantra poderoso para la transformación espiritual, que resuena profundamente en la práctica diaria de meditación y contemplación en el budismo Zen.
«Todos los fenómenos carecen inherentemente de existencia independiente; comprender esta vacuidad libera del sufrimiento.»
— Sutra del Corazón (Prajñāpāramitā)
La Enseñanza del Sutra del Corazón: La Perfección de la Sabiduría
Así oí una vez.
El Bhagavan estaba en la montaña llamada Pico del Buitre, en Rajagriha, acompañado de una gran asamblea de monjes y de bodisatvas.
En aquella ocasión, el Bhagavan estaba absorto en la concentración sobre las categorías de los fenómenos llamada «percepción de lo profundo». Al mismo tiempo, también el arya Avalokiteshvara, el bodisatva mahasattva, consideraba la práctica de la profunda perfección de la sabiduría y percibía los cinco agregados también vacíos de existencia inherente.
Entonces, por el poder de Buda, el venerable Shariputra preguntó al arya Avalokiteshvara, el bodisatva mahasattva:
—¿Cómo debería adiestrarse un hijo de buen linaje que desea practicar la profunda perfección de la sabiduría?
Así dijo y el arya Avalokiteshvara, el bodisatva mahasattva, respondió al venerable Sharadvatiputra con estas palabras:
—Shariputra, cualquier hijo o hija de buen linaje que desee practicar la profunda perfección de la sabiduría deberá contemplarla así, considerando repetidamente y de modo correcto estos cinco agregados como también vacíos de naturaleza inherente. La forma es vacuidad. La vacuidad es forma. La vacuidad no es más que forma, la forma no es más que vacuidad.
Del mismo modo, la sensación, la percepción, los factores mentales y la conciencia son vacíos. Shariputra, así mismo todos los fenómenos son vacíos; sin características; no son producidos ni destruidos; no son impuros ni libres de impurezas, ni deficientes, ni completos. Por eso, Shariputra, en la vacuidad no hay forma, ni sensación, ni percepción, ni factores mentales, ni consciencia; no hay ojo, ni oído, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente; no hay forma visible, ni sonido, ni olor, ni sabor, ni objeto del tacto, ni fenómeno. No hay elemento del ojo y así hasta no haber elemento de la mente ni elemento de la consciencia mental. No hay ignorancia, ni extinción de la ignorancia, etc., hasta no haber envejecimiento ni muerte, ni extinción del envejecimiento y de la muerte. Así mismo, no hay sufrimiento, ni origen, ni cesación, ni camino; no hay sabiduría suprema, ni logro, ni tampoco ausencia de logro.
Así pues, Shariputra, como no hay logro, los bodisatvas confían en la perfección de la sabiduría, la mente sin oscurecimiento ni miedo, y moran en ella.
Así transcienden los errores y alcanzan la meta del nirvana. También, todos los budas de los tres tiempos, de modo manifiesto y completo, despiertan a la insuperable, perfecta y completa iluminación, basándose en la perfección de la sabiduría.
Por eso, el mantra de la perfección de la sabiduría, el mantra del gran conocimiento, el mantra insuperable, el mantra igual a lo inigualable, el mantra que pacifica por completo todo el sufrimiento, debe ser reconocido como la verdad, porque no es falso.
Este es el mantra de la perfección de la sabiduría:
TADYATHA [OM] GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA
Shariputra, así debe adiestrarse en la profunda perfección de la sabiduría el bodisatva mahasattva.
En ese momento, el Bhagavan emergió de la concentración y alabó al arya Avalokiteshvara, el bodisatva mahasattva, con estas palabras:
—Bien dicho, bien dicho, hijo del linaje, así es. Así es; la profunda perfección de la sabiduría debe ser practicada tal como has indicado; incluso los tathagatas se alegran.
Después de que el Bhagavan hubo dicho esto, el venerable Sharadvatiputra, el arya Avalokiteshvara, el bodisatva mahasattva, y toda la asamblea junto con el mundo de los dioses, humanos, asuras y gandharvas se llenaron de júbilo y alabaron las palabras del Bhagavan.
☸ Sutra del Corazón (Prajñāpāramitāhṛdaya)
Transcripción basada en textos tradicionales del Canon Budista Mahāyāna — traducido por KarunaPura