🌸 El Amor y Compasión de una Madre
Nani Bala Barua, más conocida como Dipa Ma, nació el 25 de marzo de 1911 en Chittagong, en lo que hoy es Bangladesh. Desde niña mostró una profunda inclinación espiritual, pero a los doce años fue casada y poco después se trasladó con su esposo a Birmania.
Su vida estuvo marcada por el sufrimiento: perdió a varios hijos, y en 1957 también a su marido. Aquejada por un dolor físico y emocional casi insoportable, un médico le sugirió aprender meditación. Así llegó al centro de Mahasi Sayadaw en Rangún, donde alcanzó rápidamente profundas realizaciones.
Más tarde fue discípula del maestro Munindra, quien la introdujo en distintas prácticas avanzadas. Sin embargo, lo que la hizo única no fueron los poderes o siddhis que la tradición le atribuye, sino su capacidad de llevar la meditación al corazón de la vida cotidiana. Para ella, cocinar, cuidar de la familia o incluso cortarse las uñas, eran oportunidades de atención plena.
En 1967 regresó a Calcuta, donde comenzó a enseñar en su propia casa. Sus primeras alumnas fueron mujeres humildes de su barrio, a quienes enseñó que la iluminación era posible en medio de la vida familiar, no solo en monasterios o retiros. Su presencia y su sabiduría pronto atrajeron a discípulos de todo el mundo.
En los años 70 y 80, Dipa Ma fue maestra de figuras como Joseph Goldstein, Jack Kornfield, Sharon Salzberg y Sylvia Boorstein, quienes difundieron su influencia en Occidente. En el Insight Meditation Society, en Estados Unidos, dejó una huella imborrable con su sencillez y su mirada penetrante.
Dipa Ma transmitía una enseñanza directa:
✨ “La primera cosa es amarte a ti mismo. No puedes progresar con duda o auto-odio. Solo puedes progresar con amor hacia ti mismo.”
Era pequeña de estatura, pero enorme en compasión y presencia. Sus alumnos cuentan que un abrazo suyo, o una bendición, podían transformarles durante días. No solo enseñaba meditación; enseñaba que el corazón humano tiene una capacidad ilimitada de amor y libertad.
Dipa Ma falleció en 1989, pero su ejemplo sigue vivo como un recordatorio luminoso:
🌿 “Bendice a quienes te rodean. Esto te inspirará a estar atento en cada momento.”
Hoy, su vida nos muestra que la verdadera práctica no está separada de la vida: cada acción, cada instante, puede ser meditación.
El Dhamma en la vida cotidiana
Para Dipa Ma, la práctica no se limitaba al cojín de meditación. Su enseñanza más viva fue recordarnos que cada momento de la vida es una oportunidad para estar presentes. Cocinar, vestirnos, caminar o incluso cortarnos las uñas podían convertirse en puertas hacia la atención plena. Allí donde pongamos consciencia, surge la práctica.
Este estar presente nos conduce también a comprender una verdad fundamental: todo es impermanente. Lo que hoy sentimos, poseemos o creemos seguro, mañana se transforma o desaparece. Dipa Ma nos invita a no aferrarnos, a vivir con ligereza, y a descubrir en la impermanencia no una amenaza, sino la posibilidad de libertad.
Así, el Dhamma no es algo distante o reservado a unos pocos; está aquí mismo, en la simplicidad de nuestra vida diaria. Cada instante vivido con consciencia y apertura es ya un acto de despertar.
“La meditación es amor. La iluminación es gran amor.”
— Dipa Ma
En este vídeo...
Permanece siempre en la conciencia. Sea lo que estés haciendo, sé consciente de ello. Meditar es saber lo que estás haciendo. Si corres hacia la oficina, entonces debes ser consciente de que corres. Cuando estés comiendo, poniéndote los zapatos, los calcetines, la ropa, debes estar atento. Todo eso es meditación. Incluso cuando te cortas las uñas, pon tu mente allí. Sabe que estás cortando tus uñas.
¿Cuál es tu intención? En cualquier acción —física, verbal o mental— el Buda dio importancia a la intención. Conoce tu intención en cada acción. Y en cuanto a la práctica sentada, aunque solo tengas cinco minutos, dedica cinco minutos a la meditación.
El Dhamma o la Verdad están en todas partes. No importa dónde estés, todo es fresco y nuevo a cada momento. Cada instante es nuevo. La meditación es siempre posible en cualquier momento. No puedes separar la meditación de la vida. Cuando me muevo, cuando compro, siempre lo hago con atención plena. Tengo atención incluso en mis sueños. La práctica nunca me abandona.
Nunca abandones el Dhamma. La atención plena es la gran vocación en la vida que conduce al fin del sufrimiento. La paciencia es una de las virtudes más importantes para desarrollar la atención y la concentración. Gradualmente llegué a conocer el sufrimiento, la causa del sufrimiento, el surgir del sufrimiento y el fin del sufrimiento.
No te identifiques con los pensamientos. La meditación no es pensar. Suelta el pensamiento y tu fe surgirá desde dentro. Tu mente está llena de historias. Los pensamientos del pasado y del futuro arruinan tu tiempo. El problema que enfrentas en realidad no es un problema. Es porque piensas “esto es mío”. Es porque piensas “hay algo que debo resolver”. No pienses de este modo y entonces no habrá problemas.
Aprende de la impermanencia. No hay nada a lo que aferrarse en este mundo. Cuando estás vivo, puedes pensar: “esta es mi hija, este es mi esposo, esta es mi propiedad, esta es mi casa, este coche me pertenece”. Pero cuando mueras, nada será tuyo. Debes aprender de verdad que todo es impermanente.
Como dijo el Buda:
“Si alguien viviera cien años sin comprender cómo todas las cosas surgen y desaparecen, mejor aún sería un solo día de vida de quien comprende el surgir y desaparecer de todas las cosas.”
No hay nada en este mundo a lo que aferrarse en última instancia. Sin embargo, la vida no debe ser rechazada. Está aquí, y mientras esté aquí, y nosotros estemos aquí, podemos hacer el mejor uso de ella.
Vive con sencillez. Una vida muy simple es buena para todo. No necesitas nada para ser feliz.
Permanece en calma. Siempre que tengo tiempo a solas, dirijo mi mente hacia adentro.
En mi mente solo hay tres cosas: bondad amorosa, concentración y paz.
La meditación es amor. La iluminación es gran amor.
-Dipa Ma
☸ Texto leído y traducido al español por KarunaPura a partir de las enseñanzas de Dipa Ma.

